La sociedad vive inmersa en la mentira absoluta.

-Derrida-

Apología de la violencia y sus consecuencias

En las sociedades occidentales actuales la violencia tiende a estar mal vista. Las personas quieren vivir tranquilas y no les preocupa demasiado qué sustenta esa tranquilidad o las consecuencias que puede tener vivir en una situación de esas características, con lo que cualquier acto que pueda parecer violento queda casi automáticamente demonizado. Lo bueno necesita estar posicionado, como poco, dentro de lo que aparente no mostrar hostilidad. Y digo aparentar porque la vara de medir lo violento de los demás termina siendo en último término lo que parece, y no lo que es. Tranquilamente se pueden perpetrar los actos más hostiles que, estando revestidos de buenos modos, no producirán ningún escándalo significativo.
Pero la violencia no está tan sólo marginada desde esta perspectiva, también lo suele estar desde el punto de vista de los intelectuales que la han estudiado o desde un genuino punto de vista religioso. René Girard, por ejemplo, que ha trabajado a lo largo de buena parte de su vida para comprender las múltiples ramificaciones de la violencia, se muestra a las pocas hojas de comenzar uno de sus libros fundamentales, “La violencia y lo sagrado”, completamente opuesto a cualquier uso de ella bajo cualquier causa. Este caso es un buen ejemplo de lo que significa haber sufrido la violencia en carnes propias y fruto de ello desarrollar una sensibilidad que, para empezar, la elude completamente. La religión, que tiene como punto de mira la concordia y la unión de “lo separado”, tampoco tiene cabida para la violencia. Por supuesto me refiero a la parte no contaminada de la religión y no a sus desviaciones. Evidentemente los fundamentalismos y los fanatismos, aunque puedan querer revestirse de honestidad a base de parapetarse tras la religión, no son nada más que respuestas bastardas que deben de ser contempladas como fenómeno social o psicológico y no como algo realmente religioso.
Todo esto es la teoría. ¿Qué sucede cuando nos vemos ante una situación límite en la que sólo se puede sobrevivir matando?. Suponiendo que pertenecemos a “los buenos” (no puedo evitar sonreír al distinguir entre buenos y malos) si nos amparamos en lo nefasto de la violencia no podremos levantar la mano contra nuestros agresores. El resultado lógico será que nuestro bando quedará aniquilado y “los malos” triunfarán y se expandirán. Podría pensarse que la no violencia es un camino para promover la bondad de los seres humanos y que no ser violento irradiará el bien a nuestros semejantes pero, al menos a mí, esta premisa me parece cierta a medias. Es verdad que una de las características de la violencia es generar más violencia, con lo que combatir la violencia con la misma arma no es una solución de la que podamos salir muy bien parados. Más que nada porque la violencia, aunque se dirige contra nuestros semejantes, tendrá en los que la ejercen las primeras víctimas. Se podrá vencer de forma violenta pero, en realidad, el ganador también ha perdido porque algo de su humanidad que se habrá muerto en ese proceso.
A mi modo de ver ha quedado claro que oponerse a un rival de forma no violenta es algo que históricamente suele llevar al fracaso. Es verdad que hay contadas excepciones pero generalmente si alguien es dominado por otra u otras personas la única posibilidad de combatirlo es por medios violentos. No hay más que ver los procesos de independencia de muchos países para comprender que el grado de autonomía que han conseguido lo han logrado a tortazos. Por citar un caso reciente me referiré al estatus alcanzado por el Estado Irlandés. Sólo mediante la lucha armada consiguió el grado tan elevado de autonomía del que disfruta.
Esta perspectiva de “conflicto necesario” nos retrotrae a nuestros orígenes animales. De la misma manera que no es posible contemplar el amor hacia otra persona de forma asexuada (lo queramos o no el sexo es la locomotora que tira de los vagones en los que se alojaría la capacidad humana de amar), no es posible mirar hacia la humanidad de las personas sin contemplar la base animal en la que se haya sustentada. Los animales, a diferencia de los seres humanos, no suelen tener motivos bastardos (codicia,vicio,…) para atacar a otros animales. Cuando lo hacen es porque lo necesitan o porque perciben que sus intereses primarios quedan amenazados. Con “intereses primarios” me refiero a las necesidades mínimas fundamentales para la subsistencia en condiciones dignas. Alimento, alojamiento, sexo,.. se encontrarían en este grupo. Estos intereses primarios se pueden trasladar también al ser humano merced a nuestro origen animal. La diferencia fundamental con los animales estará en que en ellos son fijos, mientras que nosotros podemos complicar el problema al establecer también una idea como interés primario.
Tengo que confesar, y con esto también delato el origen de mis ideas, que tengo una mentalidad bastante violenta y algo pendenciera. Si alguien ha tenido la paciencia de leer más artículos de este mismo blog verá que simplemente el tono en el que están redactados lo delata (“Estudiar significa enfrentarse a los compañeros”, “Hacer enemigos es bueno”, …). Sin embargo soy violento mentalmente o intelectualmente, mucho menos en el día a día. Ahí soy consciente de lo nefasto de la violencia y procuro, siempre que puedo, agotar todas las soluciones posibles. Ello no quita que en una situación extrema no defienda el uso de la violencia. Por ejemplo, el caso de lo que representa el Subcomandante Marcos que, dicho por encima, no es más que la lucha armada de unas gentes explotadas y masacradas que no tienen más remedio que responder violentamente para poder sobrevivir.
Esta defensa de la violencia bajo los términos que he explicado antes tampoco me deja satisfecho porque, como he mencionado, la violencia es en sí nefasta. El problema es que creo que frecuentemente resulta el único camino. A fin de cuentas no es más que supervivencia animal, el más fuerte es el que sobrevive. Sin ir más lejos aquí está el Subcomandante Marcos (que por lo que le llevo visto también tiene una personalidad bastante “agresiva”) conminándonos de una forma tranquila y justificada a la cuarta guerra mundial (minuto 7).

15 comentarios:

Dizdira Zalakain dijo...

Tu artículo me ha parecido una reflexión muy interesante y lúcida sobre la violencia. Me identifico totalmente con lo que has dicho acerca de que eres un violento intelectual aunque en la vida cotidiana, y en la práctica, te comportes de modo pacífico.. Existen, sin embargo, situaciones límite en las que ni siquiera queda espacio para la reflexión teórica. Yo siempre he justificado la violencia defensiva y estoy en contra de la invasora. En este sentido, la violencia de los movimientos indigenistas, si la hubiere, me parecería absolutamente legítima, al igual que la de todos los pueblos explotados y masacrados, vamos, lo que viene llamándose "terrorismo." Si un grupo de personas entra en tu casa por la fuerza, te roba y asesina a tu familia es muy difícil quedarte de brazos cruzados aceptando tu destino sin más. Hoy existe tal corrupción de valores que, por ejemplo, los afganos son los "terroristas" y las tropas de la OTAN son liberadoras y "trabajan" por la paz y la democracia.
Ya conocía el video del subcomandante Marcos y suscribo palabra por palabra todo lo que dice. Yo creo que todos nos deberíamos sentir incluídos en el llamamiento que hace a preservar y difundir, aunque sea modestamente, la historia real de lo que está ocurriendo en nuestro mundo. Así, al menos en el futuro, si no otra cosa, quedará la memoria de los vencidos, de los explotados, de los masacrados, esos que en la historia oficial son bárbaros, terroristas y fanáticos.
Saludos.

emejota dijo...

Desde la distancia de nuestros espacios vitales (edad y sexo). No es necesario ser varón y tener un alto nivel de testosterona para entenderte. Una anciana, con experiencia, con la astucia que la vida y su condición le han otorgado puede dirigir su escasa fuerza en el momento, y el lugar adecuado, pudiendo hacer mas daño que cualquiera.Evidentemente en el plano psicológico. Con esto quiero decir que la fuerza bruta a veces es necesaria, el problema es que somos poco inteligentes y se tiende a confundir fuerza con crueldad. Ese es el problema. Pienso que los animales nos dan una perfecta lección al respecto.

Desde mi punto de vista lo ideal como supuestamente racionales sería la siguiente: 1º Observar el método del "enemigo", 2ª trazar planes alternativos,3ª Ofrecer negociaciones hasta agotarlas. Si existe equilibrio de fuerzas e inteligencia por ambas partes se puede llegar a algún acuerdo. Si el enemigo es "tonto" ya se sabe que habrá que aplicar la fuerza. Si es igualmente inteligente pero más fuerte, la causa está perdida y conviene negociar o salvar la vida, si es que interesa. Que a veces ciertas muertes son mas rentables que sus vidas.
Ya se que todo esto es de perogrullo y las situaciones nunca resultan tan sencillas. Lo mejor, observar a los animales salvajes, que es nuestro origen. Un abrazo.

. dijo...

Dizdira:

He querido explicar mi posición porque soy consciente de que el artículo es bastante parcial. Creo que tengo una tendencia hacia la búsqueda de la confrontación y luego encuentro la forma de justificarla de una u otra manera. La clave está en lo que antecede al razonamiento. Probablemente ocurra lo mismo en el caso de los defensores de la no violencia.

El problema más grande es que rechazando o defendiendo la violencia no hay salida en la que se acabe indemne. Lo curioso es que una vez ha atacado la violencia a una persona ésta ya ha quedado afectada, se quiera o no.

He querido al menos encontrar un punto objetivo bajo el cual se pueda justificar este uso de la violencia como defensa que comentas. Si embargo el problema a la hora de definir estos "intereses primarios" es muy grande porque abarca más aspectos que en los animales y, además, son más complicados de discernir. Aunque estos intereses se pudiesen diferenciar con claridad los problemas de la violencia permanecen. No veo coherencia entre tener unas convicciones religiosas y defender la violencia. Desde una perspectiva humanística tampoco me parece posible. Si has matado a alguien hay algo que se ha perdido para siempre, es secundario que sea en defensa propia o no.

mjt:

Aunque los animales nos llevan ventaja en cuanto a este tema creo que ellos gozan de una impunidad moral a la que nosotros no nos podemos remitir. En cuanto a nuestro sustrato animal podrían servirnos de guía (que ya es algo) pero el problema llegará para nosotros porque alguien puede pensar, por ejemplo, que el aborto de los demás es un interés primario suyo, con lo que el conflicto me parece que se hace inevitable.

Saludos para ambas

emejota dijo...

Anoche me olvide de ilustrar mi postura. En la película La Missión, hay dos formas de afrontar la violencia. La pacífica representada por Jeremy Irons y la activa-luchadora por Robert de Niro. Pues bien, a título personal mientras me quedaron estrógenos tendía a pensar como la primera como más deseable, cuando se acabaron me posicioné claramente en la segunda. No se si esto aclara la cuestión. Aunque el final sea el mismo. Podrían haber huido por sobrevivir o haberse sometido, todos prefirieron una muerte digna a una vida indigna. Es la calidad lo que cuenta.

Si hubiera sufrido el dolor de la pérdida violenta de las guerras no se si lo hubiera podido soportar, seguramente habria muerto de ira, intentando matar a los culpables,porque no me compensaría formar parte de esa sociedad. Logicamente esto lo escribe el instinto irracional tan necesario de ocultar en las sociedades civilizadas. A mi me da igual expresarlo y reconocer el mio, total para lo que me queda en este "puesto" ya no me voy a privar del placer de expresarme y para no sufrir demasiado ya me he largado a vivir "al monte". Un abrazo.

. dijo...

A medida que pasan los años, y ya desde bien joven, las personas tendemos a comportarnos de una forma más "conservadora". Es curioso que tú hayas pasado a una posición más beligerante. Además me ha recordado que también algunas veces yo pienso parecido. Algo así como...."de lo que me falte de tiempo al menos me voy a quedar ancho."

Un abrazo.

Lectora dijo...

bLuEs me encanta tu post porque planteas cuestiones que pocos se atreven a poner en el tapete, y las cosas hay que discurrirlas y hablarlas porque si no se convierten en conceptos en los que realmente no se cree ni se piensa sino que se siguen por costumbre y del día a la mañana pueden darse la vuelta sin más.

Estoy de acuerdo en que la violencia es la última palabra en el reino animal, y de hecho seguramente por eso estamos aquí precisamente nosotros conversando de todo esto, pero hablando de humanos distinguiría dos conceptos que creo que a veces se mezclan, dos tipos de violencia si quieres considerarlo así, una la básica-sangrienta, la animal, donde un individuo le parte el cráneo a otro, ese tipo de agresión garantiza que el más bestia, bruto, con fuerza mecánica y con más mala leche va a sobrevivir al otro.
En el mundo animal eso tiene lógica.
El otro tipo de violencia es la que describiría como inteligente, más propia entiendo del ser humano, se caracteriza por la estrategia, la táctica y la astucia y no tiene porqué conllevar el primer estadio de violencia, puede no aniquilar al enemigo sino absorberlo, convencerlo, desarmarlo . Esta propicia la supervivencia del individuo o pueblo más inteligente, en definitiva más humano y menos animal.

Vivimos en un mundo donde parece venderse la posibilidad de la convivencia pacífica de los pueblos, eso es falso, puede ser cierto un rato pero seguimos en el fondo en la misma lucha por la supervivencia que hace miles de años de los pueblos. Sobrevivir significa prevalecer , por tanto dominar, expandirse y por tanto aniquilar.

Solo que ahora se lleva más la guerra cultural y psicológica, se invade a golpe de películas de determinadas naciones, a golpe de revista rosa de la vida de gentecilla de determinadas naciones que se venden casi gratis, la lengua es otra arma, se quiera o no, la lengua es un tótem edificado a lo largo de miles de años por miles de individuos de origen y sentimientos similares y eso se transmite en su sonoridad, cadencia y fonemas.

Siguen sucediéndose los procesos de conquista pero de otra forma.

Personalmente rechazo la violencia física, me parece extremadamente desagradable y con mi complexión no podría ni aguantar 30 segundos, eso sí en caso extremo de tener que morir o matar intentaría lo segundo y no tendría el menor escrúpulo, uno mismo es un bien susceptible de ser protegido como cualquier otro y es justo protegerlo e injusto dejar de hacerlo.

Sin embargo la violencia digamos de la conquista táctica e incruenta sí me interesa bastante y opino que es lícito ejercerla e incluso un deber y en cualquier caso es un instinto, eso sí también hay que saber ganar o perder en esta clase de batallas y aceptar el resultado sin pasarse a la fase 1.

Me hace gracia usted mjt cuando habla de estrógenos, me parece un lujo poder leer a alguien de cierta edad, mire recientemente he descubierto que es una cuestión bastante biológica porque yo en mi vida había padecido realmente un ataque de ira, me disgustaba simplemente, por tanto no entendía a la gente que reaccionaba de esa forma tan impropia, pero he estado sometida por circunstancias a un periodo de estrés continuado y he comprobado fisiológicamente lo que implica un cabreo en toda regla, es como tener ríos de adrenalina en las venas y he entendido qué se siente y porqué se pega. He entendido también que no es que yo fuera buena como pensaba sino que no se me presentaba nunca ese reto para tener que vencerme a mi misma y no hostiar al que se me pusiera delante, bueno no se preocupe el resultado solo ha sido unos cuantos almohadones apaleados y unas vueltas a la manzana a paso ligero, pero me ha enseñado mucho.

. dijo...

Hola Sonja.

Antes de nada muchas gracias por el comentario. Para mí es una entrada un “poco complicada”. Más que nada porque soy consciente de que es un artículo que fácilmente da pie a que sea malinterpretado y, quizás para alguna gente, el que lo escriba no pase de ser un violento, un loco o algo peor.

Imagino que el segundo tipo de violencia que describes podría ir paralelo a este desplazamiento de los intereses primarios hacia las ideas que se pueden dar en las personas. Lo que me cuesta es ver la vinculación del triunfo mediante la inteligencia y la humanidad. Un individuo puede ser muy inteligente pero al mismo tiempo ser completamente despiado. Entonces, visto desde un punto de vista evolutivo, lo que triunfaría sería la deshumanización del hombre.

Antes también pensaba que las mentiras para conquistar a los demás eran características y más abundantes en la actualidad. Pero, salvando lo complicado de cuantificar el grado de mentiras de una sociedad, si nos fijamos un poco en lo que ha ido pasando a lo largo de la historia veremos como a las guerras también se las han llamado con eufemismos y se ha buscado controlar la opinión para así poder ejercer el poder. Quizás ahora sea más sofisticado, o se dé en mayor cantidad pero es algo que siempre ha existido. No es que a los norteamericanos se les haya ocurrido ahora la novedad de decir que invadían un país (Irak) para hacerles el favor de liberarlos de la tiranía. En realidad la historia es más cíclica de lo que puede parecer y el ser humano ha cambiado menos de lo que cabría esperarse.

Hace tiempo puse una encuesta tonta e un foro preguntando sobre si matarían para poder seguir viviendo. Como la encuesta era anónima no había presión alguna para responder lo que le pareciese a cada uno. Creo que más de 2/3 estaban seguros de que matarían en cuanto fuese necesario. Eso sí, en los comentarios a la gente le costaba más confesarlo.

Saludos

Lectora dijo...

Mira ahora que lo comentas siempre me ha chocado mucho cuando en las pelis después de hacerle una gran cantidad de perrerías al protagonista o adjuntos cuyo final es claramente la muerte van y se cargan al carcelero o al malo en cuestión y se quedan en estado de shock diciendo "le he matado"!
No lo entiendo ni de lejos.
Supongo que la clave está en matar si hay que hacerlo para sobrevivir pero de una forma desapasionada, ya sabes el miedo y el odio solo llevan al Lado Oscuro.

Por otra parte no me pareces ningún loco, la masa suele creer que creen lo que oye repetir pero muchos no se paran a pensarlo, y sino mira en el hundimiento del Titanic, se dice que quienes murieron básicamente fueron mujeres y niños, se suponía que se les debían ceder los botes, seguro que tan ilustres y refinados invitados jamás habrían dudado en así afirmarlo en su último refrigerio, pero llegada la hora de la verdad descubrieron en ese preciso instante en que tuvieron que decidir que no lo pensaban realmente.
De modo que incluso prefiero entendérmelas con un violento que sabe que lo es que con un falso pacífico, ya sabes conócete a ti mismo, es la única forma de vivir decentemente.

. dijo...

Creo que me hago una idea de a lo que te refieres, aunque quizás sería mejor verlo desde casos concretos. Supongo que ese sentimiento de asombro está motivado por la gravedad del acto, por haber traspasado una barrera que ya no tiene vuelta atrás.

En la sociedad vivimos en muchas mentiras que nos consuelan y nos hacen creer que hemos llegado a ser más de lo que somos. El dinero, por ejemplo, da la ilusión de que se puede comprar y conseguir de todo. Amigos, pareja, .... muchas de las necesidades humanas primarias pueden parecer cubiertas por este camino. Naturalmente la verdad es otra.

De todas formas creo que en batantes casos suele ser más violento el que presume de no serlo que a la viceversa. por ejemplo, la estupidez genera mucha violencia. Además yo me seguría posicionando (al menos por el momento) en lo que también decía Dizdira, como violento intelectual. Es como algunos escritores que llevan el peor asesino dentro y en la vida real no matan ni a una mosca precisamente porque están sensibilizados con el tema. Ya sabes..... perro ladrador, poco mordedor.

Saludos

emejota dijo...

Acabo de recordar que publique un post el 2 de Diciembre con el titulo: El San Martin - Vida, muerte, vida. Intenté que fuera una forma discreta de tantear la cuestión de la violencia y la crueldad. Veladamente, como correspondía a mi momento-circunstancia-experiencia, procurando no ofender. Y es que el hecho de estar viv@ debería llevar implícita la posibilidad de morirnos en cualquier momento. Haciendo hincapie en que somos más bien ciclos que personas. A lo mejor nos ahorraríamos mas de un disgusto.

Siento la tardanza, pero me gusta leerte detenidamente y a veces debo esperar al momento adecuado. Un abrazo.

. dijo...

Es que vivir es una lucha constante por no morir. Cada latido del corazón es un esfuerzo por no morirse(la idea ni siquiera es mía).

No hay nada por lo que disculparse. Al contrario, te agradezco mucho la atención.

Un abrazo.

Albert dijo...

Justificar la violencia me parece peligroso, aunque en situaciones determinadas parezca inevitable, por ejemplo tratándose de nuestra integridad física acarrearía también unas consecuencias. La violencia forma parte de nuestro condicionamiento, por lo que caer en ella fácilmente, es previsible ya fuese psicológica o física, habría que ver las valoraciones que nosotros hacemos de la violencia, por ejemplo, hasta que punto somos capaces de ver lo violentos que somos en algún momento determinado y saber identificarla para no caer en la trampa de responder a la violencia ajena ya fuese física o psicológica con más violencia propia. Es un tema complicado pero bastante apasionante, tampoco estoy diciendo que debamos dejar que nos humillen constantemente pero habría que agotar todos los recursos que tengamos a nuestra disposición.
Saludos!!

. dijo...

Hola.

Sobre todo a mí también me parece complicado. En realidad, y como se deja ver en el artículo, no he conseguido sacar una solución definitiva. Por lo menos con el tiempo se van aclarando algunos detalles.

Saber si la violencia está implícita en nosotros es uno de los aspectos más interesantes. A mi modo de ver, y como también comenté en lo falso del instinto de muerte de Freud , cuando menos la mayor parte de la violencia que ejerce y padece el ser humano no es inherente a él.

Saludos

Anónimo dijo...

Hola, he encontrado tu blog a través de Google, mientras que la búsqueda de primeros auxilios para un ataque al corazón y su puesto se ve muy interesante para mí.

Anónimo dijo...

J'ai un peu de sagesse merveilleuse.