La sociedad vive inmersa en la mentira absoluta.

-Derrida-

El coche fantástico y el anuncio de colgate como fomentadores de personas pasivas y dependientes

Continuando el tema de cómo la sociedad hace que creamos en los valores que a ella le convienen intentaré describir una forma en que se educa veladamente a sus individuos para que aprendan a ser pasivos. Como ya había dicho en otra ocasión los argumentos de las series de televisión suelen responder a valores demandados en la sociedad, siendo indiferente que estos valores sean positivos o negativos. La audiencia, o lo que es lo mismo el beneficio económico, tendrá mucho que ver con la capacidad de los guionistas de responder a estos valores demandados por los individuos de dicha sociedad. Utilizaré dos ejemplos para ilustrar este tema.
El primero es una serie de televisión que ha sido mundialmente conocida, “El coche fantástico” (Knight rider). Que escoja este caso se debe fundamentalmente a la gran difusión que tuvo. Cuando menos las personas que sean algo mayores tendrán conocimiento de en qué consistió esta serie.
Dicho rápidamente el coche fantástico se basa en la historia de un personaje (Michael Knight) que agradecido a una fundación caritativa por salvar su vida decide enrolarse en esta fundación para hacer las obras justas que ellos consideran pertinentes. Que el protagonista tenga una connotación de héroe puede considerarse como algo relativamente común. No olvidemos que en realidad todo el mundo adora a los héroes aunque muy pocos están dispuestos a serlo. Lo llamativo es que junto al protagonista principal aparece otro que está prácticamente a su misma altura y que no es otra cosa que una máquina. Una máquina, el coche fantástico, que es tan agradable que llega a estar humanizada hasta niveles ridículos y se encarga de ayudar al “héroe” en todo lo fundamental que suele necesitar para que la vida le sea cómoda. Pero no sólo eso, además hace cosas extraordinarias con lo que los progresos técnicos encarnados en este coche adquieren dimensiones de omnipotencia.
Aunque Michael es el héroe el coche le resulta indispensable. No podría conseguir sus llamativos logros si la omnipotencia de la técnica no estuviese allí para ayudarlo. Y no sólo para ayudarlo, porque además el coche llega a hacer las funciones de un amigo ya que la máquina cumple incluso las funciones de una persona. Lo que es muy destacado es la pasividad en la que queda el personaje humano ya que el coche puede hacer casi de todo sólo con que su dueño tenga el sueño de que suceda (y si no puede ya lo llevarán al taller móvil para añadirle más funciones). En este sentido la conclusión es la misma, el hombre queda en una postura pasiva esperando a que los prodigios de la técnica vengan en su ayuda.
Este esquema de hacernos pasivos frente a la técnica quedó repetido (al menos en España) en un anuncio que la pasta de dientes Colgate repitió hasta la saciedad. El mensaje central del anuncio se basaba en que la gente obtenía beneficio el resto del día porque una vez se hubiesen cepillado los dientes esta pasta dental “seguía trabajando”. El “está trabajando” quedaba repetido constantemente para que los espectadores asimilasen esa idea que era presentada tan atractivamente de que con un simple cepillado la técnica seguía ayudándolos sin necesidad de hacer ningún esfuerzo más. El ser humano queda de nuevo educado para adoptar una posición pasiva y dependiente.


11 comentarios:

Dizdira Zalakain dijo...

Es cierto que cada vez esperamos y dependemos más de la técnica. Ya no podríamos sobrevivir sin luz y agua, por ejemplo, y a lo mejor sin internet. Este modo de vida nos aleja de la tierra, de nuestro origen y nos hace ser menos autosuficientes, valorar menos el esfuerzo.
Por cierto, no puedes imaginarte la cantidad de recuerdos que me ha traído el vídeo, de sobremesas veraniegas en casa de mis padres y todo eso. El anuncio de Colgate no lo conozco, pero lo imagino. Un dentífrico trabajando todo el día mientras tú no haces nada, como si de unos duendecillos se tratase. A lo mejor la técnica intenta suplantar a los milagros tradicionales. Saludos.

. dijo...

He buscado ese anuncio de Colgate por varios sitios pero no ha habido forma. Es una pena, porque era tan descarado que vendría muy bien para este tema.

Cuando pienso en series de televisión como la de la entrada me siento sobre todo engañado. Como por aquella época no había demasiado que ver, y además yo apenas tenía uso de razón, fui uno más de los muchos que perdió mucho tiempo con esto delante del televisor. Hay series de tv que artísticamente son buenas (las menos) pero esta evidentemente no tiene ninguna finalidad artística, únicamente ideológica y económica. Pasar el tiempo con esto no deja de ser nada más que escuchar mensajes comecocos al estilo de 1984, la novela de Orwell.

La técnica se vuelve malvada cuando se convierte en un fin y no en un medio. Muchas veces nos olvidamos de si realmente hemos progresado después de tener bienes materiales y/o tecnológicos. Para intentar centrarme suelo imginar que un incendio destruye todo lo material que tengo. Si después puedo verme a mí mismo es que es el buen camino, pero si después he perdido todo lo que soy en ese incendio es que habría equivocado el camino. Habría hecho de los objetos una finalidad cuando la finalidad sólo puede estar en la persona.

Saludos.

Maria C dijo...

Y bue....,necesariamente debo hacerme seguidora de este blog tambien,como de costumbre mas que de acuerdo,solo queria acotar algo mas no se si esta al corriente de que la serie esta siendo reeditada,nuevos actores y bla,bla...pero en lo demas nada diferente.Un saludo

. dijo...

Muchas gracias por tu apoyo y agradecido por tu visita.

Saludos

Dizdira Zalakain dijo...

He estado pensando sobre lo que decías del incendio y creo que si se quemaran todas mis cosas me sentiría bastante perdida y desesperada. Da igual que la mayor parte de mis pertenencias tengan un valor sentimental y no económico; eso no las libra de la consideración material.
También creo, espero, que me recuperaría pronto y volvería a partir de cero, así que, a lo mejor, no estoy muy desviada del camino correcto, pero, desde luego, algo sí que lo estoy. A pesar de que intento soltar el lastre que me liga a las posesiones materiales, creo que me queda bastante camino. En fín, que me ha gustado tu reflexión.
Saludos.

. dijo...

Hay un mínimo de objetos materiales que son necesarios, pero precisamente lo importante es reducirlos al mínimo (cosa que también predicaba Marx). De la opulencia pocas cosas buenas nacen. Además poco tiempo estamos en esta vida y, por mucho que quisiesen los antiguos egipcios, no nos podemos llevar nada a ningún sitio. Aprender a vivir sin los objetos materiales ayuda a potenciarse como persona.

Me alegro de haber podido compartir esto contigo. A mí la imagen del incedio me ayudó a darme cuenta de mi excesiva dependencia con las cosas.

Saludos

Cristina dijo...

Hola, he llegado hoy por primera vez a tu blog y he leído un par de entradas que me han gustado, así que probablemente seguiré investigándolo un poco más.

Sobre esta entrada; estoy de acuerdo contigo pero es lógico que la televisión muestre lo que la sociedad quiere, ya que persigue el éxito contentando a la mayoría. Si no me equivoco, todos formamos parte de la sociedad, ¿no? Y a gran parte de nosotros le encantaría tener un genio que le concediera parte de sus deseos, o/y al menos a mí un coche que se condujera solo.
No he leído donde iniciaste el tema, ahora lo subsano.

Un saludo.

. dijo...

Hola.

Desde luego la televisión funciona para la "masa" pero el problema está en por qué la gente quiere ver algo. No todo lo que nos resulta agradable tiene por qué ser adecuado.

Me alegro de que te hayan gustado temas de los que se habla por aquí.

Gracias por tu amabilidad y saludos.

Lectora dijo...

Bueno a mi no me resulta tan alarmante que el héroe depende de una máquina, al fin y al cabo es cierto, dependemos de ellas y Kit de vez en cuando tiene que ser remodelado por los verdaderos cerebros que son humanos.
A mi todo eso no me resulta antipático.
Sin embargo reconozco que me rechina el concepto de héroe no solitario, qué diantres el héroe o heroina por excelencia son lobos solitarios con la salvedad de algún compañero inanimado (espada) o no humano (caballo, o si es humano es anecdótico la mayor parte de las veces (compañeros cómicos o insignificantes).
Y aquí es donde me sulfura un tanto la historia, la chica, un elemento simplemente decorativo e insulso, mejor no la hubieran puesto.

. dijo...

Es verdad. El héroe, casi por difinición, tiene que ser un solitario. Entre otras cosas porque el destino de cada uno no es el mismo que el de los demás. Afrontarlo supone afrontarlo en soledad.

La chica,... pues imagino que es para fortalecer la imagen de "amparo" la fundación. Una imagen más maternal que otra cosa.

Saludos

Anónimo dijo...

Hablando del coche fantastico, la serie Doraemon vendria a transmitir lo mismo no?