La sociedad vive inmersa en la mentira absoluta.

-Derrida-

La aversión del Partido Popular hacia el "carril bici"

ciclista por carril bici
Cada ideología, sea de la orientación que sea, tiene sus propios prejuicios. Esto es una serie de ideas que son tomadas como válidas antes de que sean analizadas racionalmente o contrastadas experimentalmente para comprobar que realmente son las más eficaces. La política del Partido Popular de España, al alimentarse del conservadurismo, se encuentra en la misma situación. Es por esto que es su modo de obrar nos encontramos con decisiones de carácter político que, bajo racionalizaciones que buscan autojustificarse, dan salida a varios de estos mitos de carácter ideológico. Uno de ellos parece ser el de desprecio al “carril bici”.
En la situación de crisis económica actual en la que se encuentra Europa, el conservadurismo encuentra un campo abonado para afianzarse. España, que también se encuentra en esta circunstancia, ha visto en las recientes elecciones municipales cómo la mayor parte de los ayuntamientos han pasado al control del Partido Popular. Aunque el motivo del vuelco electoral es fundamentalmente económico (y no ideológico) ello ha supuesto también que decisiones políticas secundarias, como la mencionada, se hayan visto condicionadas. Así ha sucedido en Sevilla, donde la idea del nuevo gobierno del PP parece estar próxima a buscar exterminar en lo posible el uso de las bicicletas. También Palma de Mallorca ha seguido un camino parejo al de Sevilla. La diferencia es que con la llegada al poder del nuevo gobierno popular el proceso ha sido el típico del puritanismo de la derecha. Es decir, ocultar lo que es desagradable para que así fuese como si en realidad no existe. Es por esto que, nada más lograr la alcaldía, el ayuntamiento gobernado por el PP ha tomado entre sus primeras medidas la de suprimir el carril bici de la principal arteria de la ciudad (las Avenidas) para marginarlo hacia calles secundarias. Lo curioso de esta medida es que destruir el carril bici de las Avenidas para construir otro nuevo trazado supone un gasto prescindible de 196.000 euros. Y más todavía si tenemos en cuenta la época de recesión económica en la que nos encontramos o la política de austeridad que figuraba en el programa del PP palmesano. Bien es verdad que también estaba en ese programa la promesa de la supresión del carril bici de las Avenidas. Pero, como mencioné anteriormente, el auge del PP se debe a motivos económicos y no ideológicos. Lo que sí pone de relieve este dato es que el disgusto de los populares por el carril bici viene de antaño. De hecho Román, uno de los visitantes de este blog, ha dedicado varios artículos en el blog que escribe en el diario El Mundo, a quejarse repetidamente de la existencia del carril bici en la principal zona de tránsito de la ciudad. Lo curioso de todo esto es que, además del gasto, el nuevo trazado del carril bici es de lo más disparatado. Zonas equívocamente señalizadas, trazados más largos, imposibilidad de que los vehículos transiten por el viejo tramo al haber en él multitud de árboles de gran tamaño, etc...Algo que ha generado un récord de quejas ciudadanas hacia el ayuntamiento. También hay que mencionar que el que en Palma se hayan tomado medidas distintas a las de Sevilla no significa que la intención no sea la misma. El conservadurismo, casi por definición, obliga a mantenerse un paso por detrás de las ansias sociales. De forma que si antes lo conservador era rechazar el divorcio, una vez ampliamente establecido éste, repudiarlo deja de ser un objetivo claramente conservador. Los nuevos objetivos apuntarán a rechazar los nuevos cambios sociales como, por ejemplo, el “matrimonio gay”. El caso es evitar el cambio y mantenerse en el conformismo de lo vigente. Es por esto que el disgusto conservador por el uso ampliamente extendido de las bicis en Palma no puede llegar a la eliminación total, pero sí a su disminución en grado y marginación en localización.
Para aproximarnos a esta repulsión, que podría parecer a primera vista un nimio e irrelevante detalle, quizá podemos tomar como referente el tradicional apoyo conservador a la energía nuclear que contrasta con el habitual rechazo de la izquierda, al mismo, a la vez que los últimos se decantan por el apoyo a las energías renovables. Vemos aquí el mencionado tema de los prejuicios, el de las ideas preconcebidas en función de la ideología. En este caso la propuesta de la izquierda se decanta por privilegiar el medio ambiente, mientras que la derecha prefiere la eficacia productiva inmediata. Este segundo plano otorgado a lo ecológico parece que también puede alcanzar a este símbolo, la bicicleta. Más todavía si tenemos en cuenta el contraste que supone verlas junto a los vehículos por el medio de la ciudad.
La derecha también parece asociar de alguna manera la bici, y por ende el carril bici, con lo que hoy se conoce popularmente con el término despectivo de “perroflauta”. Parece que, en ambos casos, aprecian una cierta inconsistencia, un izquierdismo, una falta de recursos tecnológicos que signifiquen eficiencia y prosperidad inmediata. Así sucede, por ejemplo, en el caso de la mención en twitter de Olmos que, sin venir a cuento de nada, decide vincular “lo estúpido” con el carril bici.
2,4 millones por escuchar a Christina Aguilera http://mun.do/oaJU7u vía @elmundoes [Seguro que es un tipo que luego pide el carril bici]”.
En este caso se pone de nuevo en evidencia que el nexo de los argumentos no es racional sino ideológico. Olmos no responde al mencionado análisis racional o empírico de la realidad. Simplemente da rienda suelta a las ideas preconcebidas que habitan en su inconsciente.

6 comentarios:

NR dijo...

Como siempre, muy interesante tu post. Es una lastima que se den ese tipo de prejuicios ante un medio de transporte que, usado de manera correcta y responsable, ofrece grandes beneficios a nuestra salud, ademas de no contaminar la atmosfera.

¿Y sabes que es lo peor? QUE ESTOS PREJUICIOS NO SE DAN SOLO DE ESE LADO DEL ATLANTICO. Aquí una prueba de ello:

http://hemeroteca.proceso.com.mx/?p=279406

Y para cerrar con broche de oro:

http://www.proceso.com.mx/?p=279424

Saludos mi estimado!

Dizdira Zalakain dijo...

La idea clave a la que creo que se dirige tu interesante artículo es que la derecha se opone por su peculiar configuración ideológica a cualquier cambio, mientras que la izquierda estaría más abierta a ellos. Si es así, yo no estoy de acuerdo -o quizá en lo que no esté de acuerdo sea en tu definición implícita de izquierda y derecha.
En mi opinión, la diferencia de base entre ambas ideologías es de tipo económico. La derecha aboga por la máxima liberación de cualquier tipo de trabas que impida que los capitalistas puedan seguir ganando el máximo dinero posible. La izquierda es la que cree, con diversos grados de radicalismo, que la actividad de los capitalistas debe ser limitada por leyes o, en el caso de los comunistas -como yo lo soy- absolutamente prohibida.
Ambas posturas suponen medidas derivadas, no estrictamente económicas: unas pueden parecer modernas y progres y otras retrógradas. Es decir: lo innovador no tiene -de hecho, no suele- ser propio de la izquierda, pero es que tampoco tiene -de hecho no suele tener- por qué ser positivo.
La privatización de la sanidad y de las pensiones es algo muy innovador y muy de derechas. La preservación de las tribus indígenas del Amazonas y de sus modos de vida es muy tradicional, pero muy de izquierdas.
Es decir, los verdaderos innovadores, los verdaderos revolucionarios que vacían iglesias y llenan estadios de fútbol, que dictan cada año cómo hay que ir vestido, que han acabado con cualquier tradición, con cualquier localismo, que cambian en unnos meses la fisonomía de las ciudades medievales, de los bosques milenarios, de los lagos y los ríos, que esquilman los océanos, que funden glaciares, que llenan el espacio de chatarra, toda esta alocada carrera de cambios radicales de los últimos dos siglos no son obra de los izquierdistas, sino del capitalismo y, por tanto, de la derecha.
Esto ya es algo que estaba claro en 1848:
"La burguesía no puede sobrevivir sino a costa de revolucionar constantemente (...) todas las relaciones sociales."
Marx-Engels. "Manifiesto Comunista"
Saludos.

Misántropo dijo...

Nicolás:

Tu enlace también demuestra un odio que va más allá de lo racional. Desde luego que cada persona es un mundo pero, si este odio se origina por los mismos motivos ideológicos, entonces ya queda poco margen de duda.

Lo que no deja de sorprenderme es que no se mantengan en la indiferencia. Les produce tanta repulsión que necesitan ir en su contra.

Dizdira:

Es cierto que se pueden contemplar las diferencias entre ambas ideologías desde el punto de vista económico, pero yo entiendo que lo fundamental es que ambas proceden de las orientaciones del carácter de la persona. Es decir, primero se forma el modo de afrontar la vida de cada individuo, el carácter (que cumpliría una función pareja al equipo instintual de los animales), y después cada uno puede adherirse a una orientación política que corresponde ideológicamente con el carácter que tiene ya formado.

Juzgo que generalmente los conservadores se hayan menos predispuestos al cambio. No hay que olvidar que el conformismo también genera sus propias satisfacciones. Pero, aunque haya mencionado este rasgo en el artículo, no creo que sea el motivo de este odio a la bicicleta. De hecho en Palma el carril bici ya estaba establecido desde hace tiempo, así que conformarse significaría mantener las cosas igual. Lo que les sucede es que directamente odian que se haga este uso de la bici. No es algo que reflexionen ni un odio que se lleguen a confesar a ellos mismos, simplemente les provoca disgusto y actúan conforme a eso. Acertadamente Hume ya decía que los sentimientos,y no el uso de la razón, es lo que provoca la clase de convicciones morales que vamos a tener. Lo que a mí me intriga, y es algo que también intentaba comprender al escribir el artículo, es conocer las razones de este disgusto.

Me gustaría dejar claro que, siguiendo esta concepción de ideología como reflejo de la orientación del carácter, no existe nadie que esté absolutamente en la derecha y ni completamente en la izquierda. Simplemente son polos, Por eso, fácilmente, podremos encontrar algún tipo de rasgo conservador en la persona que se confiese más de "izquierdas" y lo mismo a la viceversa.

Gracias y saludos para ambos

Lectora dijo...

Bueno una cosa es lo que dicen los partidos y otra lo que dice la gente de la calle, y ahí encuentras más matices.

Por ejemplo yo siempre he estado a favor del carril bici, es más no entiendo cómo han tardado tanto en ponerlo, sin embargo ese tramo de Avenidas y concretamente Vía Alemania siempre me ha parecido un error.
Es una zona de embotellamiento donde ya de entrada no caben los coches, como para quitar un carril de coches y poner uno de bicis, de bomberos, se trata de agilizar el tráfico no? no de dificultarlo.

Eso ya se veía de entrada, antes de hacerlo debería haberlo pensado bien y ahora no tendrían que estar modificando nada, por tanto el gasto del cambio me parece a mi que hay que atribuirlo a la ineptitud de quienes iniciaron el proyecto, las cosas como son.

Misántropo dijo...

Bueno, yo jamás he visto un embotellamiento serio en las Avenidas. Uno como los de Madrid, por ejemplo. Ni siquiera uno "medianamente" serio. Desde el lado de los defensores se suele aducir esto, los detractores del cambio ("Masa crítca", por ejemplo) están en la misma postura que yo. Lo que sí sucede es que el carril bici puede ser poco beneficioso para los comercios de la zona, que seguro que prefieren que gente con dinero pueda aparcar delante de sus establecimientos.

Por otra parte piensa que hay muchos árboles de gran tamaño en las Avenidas. ¿Por dónde van a pasar ahora los autobuses?. ¿Se quedan sin llegar a la acera o se acercan y destrozan todas las ramas de los árboles?. En cuanto al nuevo trazado pues es para morirse de risa. Por Plaza España han puesto dos líneas en las que apenas se diferencia el trazado de la bici del de los peatones. Además, gracias a lo equívoco de la señalización, ya he visto a montones de ciclistas saltando del "carril bici" al resto de la plaza como si nada. Ya ni hablemos de otros nuevos tipos de" carril bici" que se acaba de inventar el recién llegado nuevo gobierno del PP de Palma de Mallorca. El de esta foto debería de estar en una sección de humor, y no en la calle.

Lo que tiene risa es que, sea el cambio acertado o no, cada gobierno desmonte lo que ha hecho el anterior y vuelva a hacerse una ciudad a su gusto partiendo de cero.

Saludos

Misántropo dijo...

Cort justifica la destrucció del carril bici amb un estudi que diu el contrari , o lo que es lo mismo: Cort utilizó un estudio para eliminar el carril bici de Avenidas que dice justo lo contrario