Siempre ha sido habitual llamar a las cosas con el nombre que más conviene en lugar de por el que les corresponde. Sucede en todos los ámbitos y por distintos motivos. Generalmente hay alguien interesado en que lo que es de una forma parezca de otra y así realice unos fines que conseguirían con más dificultad llamándose como le corresponde. Por poner un ejemplo típico: "Ministerio de defensa", que es algo tan extendido en tantos países que ya se da por asumido tal como suena. En realidad, si fuésemos más sinceros, sería más apropiado llamarlo "Ministerio bélico". El problema es que cuesta asumir que se dedican medios a luchar violentamente, y es entonces cuando surge la traición de usar el eufemismo para que así no suene tan mal. Defender es una palabra que comúnmente suena bien, guerra es una palabra que comúnmente suena mal. Pero simplemente observando superficialmente, por ejemplo, el caso de Estados Unidos veríamos que sería más apropiado llamar "Ministerio de Guerra" a lo que ellos llaman "Ministerio de Defensa". Estados Unidos invierte más dinero que nadie para tener el ejército que pasa por ser el más fuerte de la actualidad. Con un poco de sentido común nos daremos cuenta de que nadie gasta tantos recursos en algo para no usarlo, así que sería absurdo tener un poderío militar tan grande para que estuviese sin uso. Por este motivo si no hay conflicto armado ellos lo crearán. El caso de Estados Unidos no es una excepción, es el mismo que el de muchos otros países. La diferencia es que ellos, merced a su poderío militar, tienen más posibilidad de hacerlo que nadie.
Estos días he visto lo que suele llamar "ferias del libro". Antes me dejaba llevar por la sensación general de "suceso extraordinario e interesante" y revoloteaba por allí a ver si eso cuajaba en algo. Desgraciadamente mis expectativas quedaron defraudadas al poco. Aunque sí que hay ferias del libro que merecen ese nombre ya que presentan algo distinto a lo común, lo más habitual suele ser que si vamos a estos acontecimientos nos encontremos algo que podemos ver de ordinario con un nuevo envoltorio. Generalmente las librerías que se presentan a estos eventos ofrecen prácticamente el mismo material que venden en sus tiendas con la novedad de que se presentan con un descuento "especial". Un descuento que en realidad sirve más para hacer promoción y decir que hay rebaja, ya que es irrisorio y únicamente simbólico. ¿Cuál es entonces el verdadero fin de estos eventos? Ganar dinero. Vender lo que no se vende en la tienda. Imagino que la gente debe de tener temor o pereza a entrar en una librería y se animan más a comprar libros cuando se los presentan como acontecimiento especial y se los ponen delante de la cara mientras pasean. Podría decirse que promocionan la lectura, pero eso es algo que sucede indirectamente y que sin duda se puede hacer de mejores formas. Lo que sucede es que el verdadero interesado es el librero que así, además de promocionarse, tiene una ocasión de vender lo que no vende habitualmente. Por lo tanto en vez de "feria del libro" sería más apropiado llamarla "feria del librero".
Estos días he visto lo que suele llamar "ferias del libro". Antes me dejaba llevar por la sensación general de "suceso extraordinario e interesante" y revoloteaba por allí a ver si eso cuajaba en algo. Desgraciadamente mis expectativas quedaron defraudadas al poco. Aunque sí que hay ferias del libro que merecen ese nombre ya que presentan algo distinto a lo común, lo más habitual suele ser que si vamos a estos acontecimientos nos encontremos algo que podemos ver de ordinario con un nuevo envoltorio. Generalmente las librerías que se presentan a estos eventos ofrecen prácticamente el mismo material que venden en sus tiendas con la novedad de que se presentan con un descuento "especial". Un descuento que en realidad sirve más para hacer promoción y decir que hay rebaja, ya que es irrisorio y únicamente simbólico. ¿Cuál es entonces el verdadero fin de estos eventos? Ganar dinero. Vender lo que no se vende en la tienda. Imagino que la gente debe de tener temor o pereza a entrar en una librería y se animan más a comprar libros cuando se los presentan como acontecimiento especial y se los ponen delante de la cara mientras pasean. Podría decirse que promocionan la lectura, pero eso es algo que sucede indirectamente y que sin duda se puede hacer de mejores formas. Lo que sucede es que el verdadero interesado es el librero que así, además de promocionarse, tiene una ocasión de vender lo que no vende habitualmente. Por lo tanto en vez de "feria del libro" sería más apropiado llamarla "feria del librero".
14 comentarios:
No sé muy bien por qué razón "librero" se opone a "libro". Tal vez sea porque soy librera y, además, bibliófila.
Habrá muchas personas que compren libros por comprarlos, y habrá muchos libreros que consigan unos beneficios superiores por el hecho de haber ofrecido ese "simbólico" o "irrisorio" 10%, pero a mí, como librera, bibliófila y, además, persona de parcos ingresos mensuales, ese 10% me ha venido la mar de bien. De hecho, he hecho un esfuerzo este mes para no comprarme los libros que quería hasta este día 29, para así ahorrarme unos eurillos que bien valdrán un maravilloso libro de bolsillo el mes que viene.
El hecho de que gente compre libros por el hecho de verlos en puestos de madera en medio de la calle no convierte la feria del libro en menos feria del libro. Nadie obliga a nadie a acometer un acto de consumismo, y me parece un poco hipócrita echar la culpa a las librerías de ello. Simplemente, han rebajado los precios. Y, por supuesto, quieren vender. Pero en este caso concreto, creo que el beneficio es para los lectores y para esos libros que serán por fin adoptados y, tal vez, leídos; el beneficio para las librerías (puedo decirlo de primera mano) es bastante menor que en cualquier otra fecha.
La feria del libro no es otro San Valentín. Hay un beneficio verdadero para los compradores. O al menos eso me parece a mí. Después de todo, no soy imparcial. Pero no creo que por eso sepa menos de lo que hablo.
Por cierto, aunque no esté de acuerdo en este punto, opino que tienes un magnífico blog y disfruto mucho leyéndolo. Un saludo muy cordial.
Hola:
No he pretendido oponer librero a libro. La idea es denominar un suceso concreto (en este caso una feria) con el nombre apropiado.
Generalmente las librerías funcionan como otro negocio cualquiera y el habitualmente objetivo primordial de un negocio es hacer dinero. Evidentemente también puede haber interés genuino por parte de los libreros, pero no es menos cierto que poderoso caballero es don dinero. Y el dinero suele ganar la partida en estos casos.
No veo ningún motivo por el que no podría haber la feria del carnicero o la feria del zapatero. En realidad no habría nada que lo distinguiese de la feria del libro (o del librero) porque el esquema es el mismo, sacar el producto a la calle para promocionarlo y venderlo. No hay ninguna novedad o añadido más. La diferencia es que con las ferias del libro hay un ambiente de "ocasión cultural excepcional" que generalmente no viene en realidad justificado por nada y, por lo tanto, es mentira.
Como dije la rebaja de libros que se da en esta ocasión me parece más un reclamo que algo efectivo ya que habitualmente está entre el 5% y el 10%. Por no buscar algo demasiado ridículo tomaré el caso del 10%. Con este porcentaje sobre un libro estándar que puede valer ordinariamente 12€ tenemos un ahorro de 1,2€. No parece un margen muy amplio, ¿no? Es verdad que para gente como tú, que se sepa distribuir y compre muchos libros, ello puede suponer comprar un libro más de cada diez, pero no creo que sea el caso más habitual. Por el contrario, aunque tengo que admitir que no he visto los beneficios reales de una librería desde dentro, sí que he visto otros gremios de comerciantes funcionar desde el interior. Muy por encima el esquema más habitual es que las cosas se venden al doble del precio del que se compran (lo he visto en ópticas, joyerías, etc..). Entonces si una plusvalía tan grande queda solamente reducida en un 10% podremos decir que al comerciante no le supone gran problema, más bien al contrario, porque como vende más libros con el pretexto del descuento entonces obtiene más beneficio global (que es lo que le importa). Además de este tema hay que pensar que aunque el librero no venda lo que hace es “clientes” que luego sí que comprarán regularmente.
Si tengo que pensar en hipocresía lo que veo es una forma falsa de denominar algo porque no se quiere hablar de que el verdadero motor es el dinero y entonces se disfraza el acontecimiento con un “tufo cultural”. Como señalaba al comienzo hagamos también la feria del carnicero o la del vendedor de ropa. Son tan comerciantes como el librero y seguro que tienen las mismas ganas de conseguir más beneficios con el pretexto que sea.
Te agradezco tu comentario. Además, al pertenecer al gremio eso te otorga un grado todavía mayor de legitimidad.
Saludos
Qué belleza de blog... Y parece super interesante... Sinceramente no he leido nada aún, sólo superficialmente... Me tomaré el tiempo necesario para leeerte.... Gracias por pasar y por seguirme...
Besos...
Ana.
Hola.
Me alegro de que te haya gustado.
Espero que el contenido no defraude mucho a la apariencia.
Gracias por la amabilidad.
Un abrazo.
Hola otra vez:
Visto así, reconozco que tienes razón. Supongo que en el momento no leí en profundidad, me quedé con las ideas superficiales y con el título en sí (a eso me refería con que se oponía "libro" a "librero"). Tras una relectura más pausada, y tras tu comentario, queda claro qué es lo que querías decir.
Un saludo, y enhorabuena otra vez por tu blog.
Anaïs
Me alegro de haber conseguido explicarme mejor.
Cuando se piensa algo que parece que va contracorriente respecto a la opinión general siempre hay que hacer un esfuerzo extra para poder seguir esa línea sin sentirse un loco. Así que tengo que agradecer tus comentarios que hacen que no vaya tan solo por ese camino.
Saludos.
Sí, las palabras muchas veces son una "etiqueta" que no definen muy bien el contenido. Este ejemplo concreto de los libros es como los "mercados de stocks", o los outlets...una forma de vender más, una forma más de marketing...ya sabes acercar el producto, envolverlo en atractivos paquetes para que sea más apetecible... hacernos comprar aunque no lo necesitemos, ni tengamos ganas, ni sea el momento, salir a la calle a vender.
Como dices en el fondo hay un funcionamiento consumista. Lo peor de todo es que muchas veces los productos somos nosotros mismos y encima intentamos vendernos lo mejor posible en el "mercado".
Saludos
Me ha gustado este post y sí, es cierto. Creo que depende de cómo se le vea, es decir, obviamente es algo meramente lucrativo pues de otro modo se regalarían...pero dificilmente algo no lo es, los estímulos mueven muchos engranes.
A pesar de el tema meramente comercial no puedo decir que no me gusten, estaría mintiendo. Me gustan porque puedo ver cosas que no he visto antes por falta de tiempo o por no saber de tal o cual librería, además alguna vez encontré en una un libro con fotografías de Steve McCurry que dudo haber encontrado de otro modo.
Amo las librerías, pero no por eso dejo de pasarme por una feria de libros si la encuentro en mi camino.
Un saludo nada lucrativo.
Si yo también me paso algunas veces. Esto vuelve a probar que los que se presentan como "puritanos" son (o somos) los peores.
Al menos por el momento me he resistido a una que se ha instalado a la vuelta de la manzana.
Ha estado ingenioso lo del "saludo nada lucrativo". Otro de vuelta. ;)
Hola, Bluesman.
Yo pienso que tienes toda la razón. Entiendo únicamente la existencia de las ferias del libro antíguo o de ocasión, porque se pueden encontrar libros descatalogados o a muy buen precio, pero en las ferias habituales se ven los mismos best-sellers de siempre. Esos libros los tenemos también, y mucho más a mano, en el Carrefour, al lado de los yogures de soja en oferta a apunto de caducar. Que se trata solo de un negocio es igualmente cierto,
Iniciativas como las bibliotecas ambulantes o de verano, con todas las imperfecciones que puedan tener, fomentan la cultura de forma gratuita.
Un saludo.
Hola.
Finalmente parece que tenemos unanimidad en este tema. Lo sorprendente es que nunca se escuche un rechazo a estas ferias por hipócritas (al menos que yo sepa). Quizás haya un miedo general a parecer que se "atenta" contra la cultura.
Además, como bien dices, si se quiere fomentar de verdad la cultura (o la lectura) hay otras acciones que podrían ser verdaderamente efectivas. Entonces la existencia de las ferias del libro convencionales no sólo suponen un negocio encubierto sino que encima son contraproducentes porque ocupan el lugar que debería de estar destinado a otras iniciativas. De esta forma nos queda la sensación de que se apoya la cultura y queda "lavada" nuestra conciencia. Mejor que no haya ferias del libro y tengamos la conciencia culpable hasta que no se hagan iniciativas verdaderamente eficaces.
En el Carrefour, Alcampo, Continente y similares a veces se encuentran unas joyas que es para no dar crédito. Libros y discos maravillosos que parece mentira que los cobren a un euro (o a cualquier otro precio ridículo). Siempre me ha parecido que pagar dinero por algo que no tiene precio es una ganga, pero en estos casos casi es de escándalo. Supongo que es una forma que tiene el destino de resarcir a los clientes de la explotación que por sistema suele haber en estos lugares. A veces el mal no siempre triunfa, aunque sea por inconsciencia.
Saludos.
P.D.: Jaja dudo que "puritana" sea algo que aplique a mi persona. Diría purista para muchas cosas, impulsiva y floja para muchas otras.
P.D.2: Cualquier lugar donde puedas empaparte de buena música y letras memorables, es bueno. Un euro bastante valioso.
Con lo de "puritano" pensaba más que nada en ironizar algo sobre mí mismo. No creo demasiado en las diferencias entre locos y cuerdos, buenos y malos, etc.... Pienso que todos tenemos aspectos de cada uno. Por ejemplo, el buen psicoanalista es el que saber ver el neurótico que lleva dentro cuando le llega alguien con este problema a su consulta.
Como estamos cansados de ver que los políticos que presumen de ser los más puritanos son luego los que llevan una vida más disipada, pensé que yo me podía ver en un esquema parecido. Por un lado critico las ferias del libro, y por otro a veces me paso por ellas.
Un "saludo nada lucrativo." ;)
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