La sociedad vive inmersa en la mentira absoluta.

-Derrida-

"El temor a la hoja completa"

Hay varias cosas que ya a primera vista delatan que no tengo ninguna vocación por escribir. Lo primero de todo es que el blog lo he comenzado por una mezcla de azar y aburrimiento. Posiblemente tuve tantas posibilidades de comenzar un blog como de hacer cualquier otra cosa que por ese momento se me pasase por la cabeza.
Aparte de algunos fallos más o menos graves que con una ojeada se pueden ver fácilmente lo que lo hace más evidente es lo que yo llamo “el temor a la hoja completa”. Básicamente esto surge en contraposición al conocido temor de muchos escritores de encontrarse con la hoja en blanco. Desde luego en un escritor es comprensible porque comenzar a escribir suele ser como intentar atravesar un pantano en el que no sabes si vas a poder apoyarte en tierra firme al siguiente paso.
Mi problema suele ser el contrario. Una vez que subo algo al blog pienso que tiene algún sentido ponerlo ahí. Después de todo cuando menos es un mensaje en una botella que siempre tendrá la oportunidad de ser leída. Esto suele ser los primeros instantes, al poco tiempo ya empieza a molestarme encontrarme delante con lo que he puesto. Después de dudar en borrarlo y sopesar el tiempo que me ha llevado hacerlo pienso en una solución intermedia, hay que poner alguna cosa nueva para poder quitar lo que se acaba de subir. Además de ser una solución infantil, porque desde luego las cosas no desaparecen apartándolas, acaba creando un círculo vicioso. Hay que poner algo nuevo para que desaparezca lo que hay puesto y así hasta no terminar jamás de forma que cualquier día el blog se convierta en un tiovivo.
El día que comencé el blog pensé que se terminaría al día siguiente. Lo cierto es que es hasta hoy que sigo pasando el rato con esto. Todavía sigo pensando que en un día o dos lo dejaré para siempre, pero el caso es que el ciclo se repite y siempre acabo volviendo a subir algo.

0 comentarios: